Tanto si viene en bolsitas o a granel, no se echará a perder fácilmente. Sin embargo, lo último, se volverá rancio y perderá su sabor debido a su fragilidad y frescura. En esta guía, vamos a compartir algunos consejos muy útiles, centrándonos principalmente en el almacenaje de “la hoja suelta” de té. Pero antes de eso, primero hablemos del por qué el té se vuelve rancio.
Nota: este artículo no habla de las condiciones de almacenaje para los tés oscuros y los tés pu erh. Esos tés tienen un potencial de envejecimiento y deberían ser almacenados de una manera totalmente diferente. Para más información podéis leer este artículo: ¿Cómo almacenar té pu erh?
Oxidación
Cuando las hojas de té se deterioran esto significa ‘oxidación’. En el mundo del té, esto se refiere al color marrón de las hojas. Esto no es necesariamente una cosa mala. De hecho, en la producción del té negro, las hojas se oxidan a propósito, permitiéndolas desarrollar sabor y obtener su color oscuro.
Después de la oxidación de las hojas, otro proceso, llamado “reparación” continua y la oxidación se para, haciendo el té preparado para almacenar.
Los tés oolong verdes, amarillos, blancos y claros son menos oxidados comparados con los oolong oscuros. Por esto, tienen más potencial para una mayor oxidación, haciendo de ellos más vulnerables a la pérdida de sabor cuando no se almacena de manera correcta.
En contraste, los tés oolong negros y oscuros son altamente oxidados. Por lo que da menor espacio a una mayor oxidación y el sabor estará menos afectado por un almacenamiento imperfecto.
Por último, las hojas rotas se vuelven rancios más rápidos que las hojas enteras. Esto es porque tienen una mayor superficie en contacto con el aire. Esta causa se ve más claramente en los tés en polvo como el matcha japonés. Además, el té en polvo absorbe fácilmente cualquier cantidad de humedad del aire.
Compra las hojas de té de un sitio con cierta reputación
Invertir tu tiempo en entender como almacenar té a granel solo tendrá sentido si compras de una fuente fiable en primer lugar. Si recibes un té no fresco, almacenarlo bien no lo hará mejor. Antes de perder el tiempo encontrando vendedores de confianza. Para té chino fresco de la granja, puedes encontrarlo en nuestra tienda online. Para tés de otros países, tómate tu tiempo para buscar y pregunta a tus otros amigos de té para que te aconsejen.
4 Consejos para almacenar té a granel
1. Mantenlo en lugar fresco
Exponer tu té al calor supondrá la ruina en cualquier momento. Protege tu té y no lo almacenes en ningún lugar cerca de la luz directa del sol o de otras fuentes de calor como hornos o estufas. Las altas temperaturas aumentaran el cambio de absorción de humedad. Si almacenas tus hojas en una jarra de cristal, asegúrate de dejarlo en un almacén oscuro.
Algunos tés menos oxidados y más delicados deberían de ser almacenados en el frigorífico o en el congelador. En Teasenz, la mayoría de nuestros tés verdes, blancos, oolong ligeros y tés de flores se almacenan bajo cero en el congelador. Es la única manera de mantenerlos frescos y guardar el color, sabor y aroma.
Sin embargo, los tés negros, oolong oscuro, blanco envejecido y pu erh no deben de ser almacenados en un frigorífico o congelador.
El riesgo de almacenarlo en frigoríficos es que hay un alto riesgo de que absorban la humedad, lo que hablaremos en el siguiente punto.
2. Mantenlo seco
El té es un product seco; y como casi toda la comida seca, el oxígeno y la humedad serán sus enemigos. Por lo que es importante que lo mantengas alejado de las áreas húmedas, como armarios encima de hervidores de agua y lavavajillas.
Ahora, volvamos a retomar el almacenamiento en frigorífico y congelador. Ambos disminuirán la oxidación significativamente. Cuanto más frío más lento es el proceso, haciendo de los congeladores la mejor opción.
El beneficio de almacenar en los congeladores es también que la humedad estará condensada y congelada en hielo, en vez de moverse libremente como en el frigorífico. Esto beneficia a las hojas de té.
Para evitar una mayor humedad, asegúrate de empaquetar las hojas en una bolsa que se selle y presiona cuanto puedas antes de sellarla. Esto es porque el aire sobrante dentro de la bolsa puede condensarse y resultar en un exceso de humedad en las hojas. Las hojas secas pueden absorber esa humedad antes de que se llegue al punto de congelación (cuando la humedad se vuelve hielo).
Lo que es importante saber es que una vez abres las bolsas en temperatura ambiente, las hojas están más frías que el ambiente que las rodea y por tanto chupando cualquier humedad que este en el aire rápidamente. Nos enfrentamos a esto diariamente mientras empaquetamos nuestros tés y tenemos muy buenas soluciones para esto que queremos compartir con vosotros ahora mismo:
- Empaqueta tu té en pequeñas bolsas que puedes consumir en un mes. Incluso los más delicados tés verdes pueden mantenerse frescos a temperatura ambiente, cuando se dan otras condiciones. Por tanto, es aconsejable almacenar, digamos 1 kg., en 10 pequeños paquetes de 100 gramos, en vez de una bolsa grande. De esta manera evitaras tener todo el contenido expuesto al aire cada vez que lo abras.
- Espera unos 10 minutos hasta que la temperatura de las hojas cojan la temperatura ambiente antes de abrir las bolsas. Esto evitará que las hojas absorban más humedad del aire cuando se abra.
3. Aléjalo de los olores
Las hojas de té son muy vulnerables a los olores, por las mismas razones que son vulnerables a la humedad. No solo absorben humedad del aire, sino que los olores presentes. El hecho de que nuestros tés de jazmín son el resultado de dejar flores de jazmín sobre el té verde prueba este hecho. Las hojas de té verde han absorbido en su totalidad la fragancia de las flores.
Por supuesto, dejando a las hojas absorber el agradable aroma de las flores jazmín es una buena cosa. Pero no quieres que tus hojas secas huelan a sopa de pollo, macarrones con carne o curris thai. Por lo que los armarios de cocina no son el lugar ideal para guardar el té.
4. Guárdalos juntos
Imagina una pequeña cantidad de té en un tarro grande y compáralo con un tarro más pequeño lleno de té. Es una regla de la naturaleza que el té en el segundo caso permanecerá fresco mayor tiempo. Porque el recipiente contiene más cantidad de té, lo que significa menor espacio disponible para otra cosa (=oxígeno). No hay nada mejor que absorber por una hoja de té que el sabor de las hojas que la rodean.
Por esto, los coleccionistas de pu erh llenan una alacena con tortas de té. Después de todo quieres que tu alacena que huela a té, en vez de que el té huela a la alacena.
Intentamos ser muy completos a la hora de desarrollar esta guía para almacenar tus tés adecuadamente. Esperamos que no lo hayamos hecho muy complicado. Haz caso a las reglas de este artículo, y la mayoría del tiempo terminarás tus tés antes de que percibas ninguna pérdida en la calidad.
Té y su vida de almacenaje
Es siempre un desafío estimar la vida de almacenaje del té porque realmente depende de las condiciones de almacenaje. Generalmente, el té es un producto seco, y pueden pasar años antes de que se pase cuando se almacena de manera correcta. Sin embargo, para disfrutar de los tés en su mejor condición, no deberías esperar mucho. Mira la lista de abajo para que tengas una idea de los mejores rangos de tiempo:
- Verde, blanco y oolong ligero (en el congelador): 1,5 años
- Verde, blanco y oolong ligero (a temperatura ambiente): 0,5-1 año
- Oolong oscuro y té negro: 2 años
- Té pu erh: años infinitos cuando son almacenados apropiadamente. El sabor y el aroma mejorarán con el tiempo.
¡Señaliza esta página, para que puedas revisar las reglas más tarde! Es una manera de estar actualizado para cuando revisemos la página en el futuro cuando se añadan nuevas investigaciones sobre este tema.